Dall’Aterian ai giorni nostri.

Desde el ateriano hasta nuestros días.

El arte de fabricación marroquí, hace hoy de este país del norte de África, un lugar productivo y muy apreciado por la multiplicidad de materiales procesados y por la habilidad de los artesanos locales en su trabajo. Los objetos étnicos de origen marroquí, se diferencian de otros artefactos de estilo africano por los acabados meticulosos de los detalles, por la evolución de los materiales y por la elegancia que identifica en "Ethnic chic" su propia definición de estilo.

Marruecos y los marroquíes tienen sus raíces culturales en el arte de la artesanía desde la antigüedad. El pueblo del norte de África, caracterizado por las poblaciones árabes y bereberes, ha estado trabajando durante siglos todo tipo de materiales, desde la madera hasta el mimbre, desde la terracota hasta la cerámica, desde los cueros hasta las alfombras. En definitiva, toda la cultura marroquí gira en torno a la artesanía de un pueblo maravilloso.

Fue el tiempo que estableció que Marruecos es el corazón de la artesanía en el mundo. Las poblaciones bereberes, de hecho, que han habitado Marruecos desde tiempos prehistóricos y han tenido influencias europeas y árabes a lo largo del tiempo, fueron las primeras durante la Edad de Piedra en fabricar un instrumento llamado Aterian, la primera herramienta de piedra que data de hace 145.000 años en el sitio de Ifri n'Ammar en Marruecos.

El ateriano que representa la primera obra de fabricación bereber cuenta a su manera la predestinación de un pueblo, como si el arte de fabricar ingenio hubiera sido confiado a las manos de los bereberes. En Marruecos, por lo tanto, la artesanía nace con el hombre y con él evoluciona para alcanzar niveles superlativos de estilo.

A pesar de la continua evolución artesanal y el asiduo procesamiento y transformación de materiales, los marroquíes no evolucionan por elección hacia la industria que a mediados de los años 900 involucra a los países occidentales, Marruecos sigue radicalmente ligado a las técnicas artesanales tradicionales y esta elección está ganando. Hoy en día, de hecho, los productos étnicos en estilo marroquí son muy buscados gracias a su evolución artesanal que ha refinado sus creaciones sin desmerecer el auténtico estilo de la tradición.

De esta inmensa industria manufacturera que se expande en el procesamiento de materiales, de norte a sur de Marruecos, en un país de las mil y una noches, bañado por el mar, besado por el Océano, tumbado en el desierto hasta tocar el cielo con los más de 4000 metros del Monte Jbel Toubkal, el trabajo artesanal pasa entonces a converger en los laberínticos barrios de la Medine, entre los cuales, los más visitados del mundo son los de Marrakech y Fez. La Medina es un lugar mágico, desde los colores brillantes de los objetos de cuero y las alfombras, desde las pinturas animadas sobre utensilios de cerámica y terracota. Al atardecer, el zoco cobra vida con miles de luces en lámparas, linternas y suntuosos candelabros. Un juego de luces, sombras y reflejos coloridos que han hecho de Marrakech y de todos los mercados de Marruecos un destino para el turismo internacional. Un arte y un regalo casi divino para los trabajadores de los artesanos marroquíes que desde Aterian hasta nuestros días siguen siendo valor y riqueza para Marruecos.